De un carácter radicalmente distinto al de los bailes Estándar, los latinos expresan fuerza y, sobre todo, sentimiento.
En contrapartida con los Estándar, los bailes Latinos no son tan rigurosos con las figuras que las parejas deben ejecutar ante un jurado.
Partiendo de unas "reglas" básicas, es la imaginación de los bailarines la que construye un programa.
Esto tiene su encanto, y es que no hay dos parejas que bailen igual, por lo que existe una enorme variedad donde escoger.
Este tipo de ritmos combinan músicas de origen afro cubano (Venezuela, Colombia, Brasil, Cuba...) con distintos estilos de baile.
Una de las características que también distingue a los latinos es el movimiento de pierna, cadera y trasero, que se tonifican y moldean. También se realiza un trabajo cardiovascular de baja intensidad y se desarrolla la coordinación.
Los cuerpos de la pareja deben estar separados aproximadamente por un palmo de distancia, con el fin de tener espacio suficiente en caso de hacer giros y piruetas. Por lo tanto sus cabezas quedan enfrentadas, pudiendo mirarse directamente a los ojos.
Todos los pasos se empiezan siempre con el movimiento del pie izquierdo del hombre y del derecho de la mujer, excepto el pasodoble que empezaría igual que los bailes estándar. El contacto del pie con el suelo debe ser en el orden punta y tacón.
La posición inicial:
Para el hombre, el brazo derecho hasta el codo paralelo al suelo, la mano extendida con los dedos juntos apoyada debajo del omóplato de la mujer, y el brazo izquierdo con el codo con un ángulo aproximado a noventa grados, la mano izquierda a la altura de los ojos de la persona más baja de la pareja y los pies ligeramente separados.
Para la mujer, el brazo izquierdo por encima del derecho del hombro apoyando la mano en su hombro, y el derecho agarrando la mano izquierda del hombre procurando aproximar los codos al máximo, con los pies enfrentados a los de su pareja.