Las bases del tango son las lágrimas, la desesperación, la nostalgia, la ternura y el despecho entre otros, que hacen tan apasionado y característico a este baile.
A finales del siglo XIX, en Argentina, empezó a bailarse en tugurios y lugares de poca cultura. En la calle la practicaban a menudo dos hombres, ya que las pocas mujeres que había (pues casi la mitad de la población estaba formada por inmigrantes y escaseaban las mujeres) se negaban a bailar esa danza, por considerarla muy provocadora y obscena.
La sociedad europea fue modelando el tango hasta convertirlo en la modalidad “europea” internacional de los bailes de salón, que a diferencia del tango argentino, tiene mayor recorrido en pista, mayor rapidez y casa figuras y técnicas complejas y diferentes.
El icono del tango lo constituye la canción "La Cumparsita" que es el lamento de un hombre traicionado y abandonado por la mujer que amaba. Otras canciones representativas son "El choclo", "Uno", "Adiós Muchachos", "Sentimiento gaucho", "Caminito", "El Día que me Quieras", "A Media Luz".
Como se trata de un baile estándar siempre comienza con el pie derecho para el hombre y el izquierdo para la mujer.
La posición es la de todos los bailes estándar, pero con el codo izquierdo del hombre más elevado. La mano izquierda de la mujer, debe ponerse extendida con la palma hacia abajo, y el dedo pulgar extendido, apoyándolo en la axila de la pareja.
La pareja debe permanecer con la cabeza girada hacia la izquierda con lo cual no se ven directamente. Las rodillas se deben mantener ligeramente flexionadas, y todos sus pasos deben realizarse arrastrando prácticamente los pies.