Siempre me sorprende que muchos novios inviertan tanto tiempo en preparar todos los detalles para el día más importante de su vida y se olviden del tradicional baile de los novios, cuando todo el mundo esta pendiente de ellos y puede resultar hasta ridículo un vals de boda sin una mínima preparación.
Primero es importante elegir la canción adecuada. Valen los tradicionales vals vieneses, pero yo no los recomendaría porque suelen ser demasiado rápidos para bailar con ese tipo de ropa. Un toque más personal es importante, un vals inglés o una balada romántica que nos obligue a bailar despacio y pegados a nuestra pareja es una buena opción, debería ser una canción que les haga recordar momentos inolvidables durante el baile.
Y lo más importante, ensayar previamente una simple coreografía, o mejor todavía, buscar los consejos de un profesional, que en muy pocas horas y por un mínimo coste, os ayudará a pasar dignamente este delicado momento.
Para los más atrevidos y con unos conocimientos previos de baile, es posible montar una sorpresa con otro estilo de baile, o implicar a padrinos, familiares y amigos para montar una coreografía grupal o un auténtico ballet.