Es un baile caribeño asociado con la República Dominicana. Aunque su influencia se ha extendido hasta Puerto Rico, Colombia y Venezuela, es en la República Dominicana donde más se escucha su característica melodía acompañada por la tambora (tambor de dos parches), el güiro y el acordeón. La isla pequeña que contiene los países de Haití y la República Dominicana ha producido grandes sonidos a través de los siglos.
Dentro del ambiente de la música bailable afrocaribeña, el estilo dominicano del merengue ha jugado un papel muy importante.
Como la contradanza y el danzón cubano, el merengue emergió en Santo Domingo como descendiente de la "contradanse" europea durante la mitad del siglo diecinueve y siguió absorbiendo más elementos africanos y criollos.
Pero como baile, el merengue es mucho más sencillo que sus primos cubanos, consistiendo en una danza de dos pasos. Su historia esta repleta de esfuerzos y penas sociales y políticas, un tema mejor reservado para mayor investigación, pero su desarrollo como genero popular es crucial a la evolución de la música afrocaribeña.
El merengue es un baile muy accesible, principalmente porque el nivel de coordinación requerido entre brazos y piernas no es tan crucial para el principiante como por ejemplo en salsa. Este puede ser el motivo por el que el merengue es tan rápidamente aceptado en todo el mundo. La coreografía del merengue se reduce a lo siguiente:
El hombre y la mujer entrelazados se desplazan lateralmente en lo que se llama "paso de la empalizada", luego pueden dar vuelta hacia derecha o izquierda. Esto constituye el verdadero "merengue de salón", en el cual las parejas no se separaban jamás. Existe también lo que se conoce con el nombre de "merengue de figura" en el cual las parejas hacían múltiples evoluciones y adornos o "floreros" como se le llamaba, pero siempre sin soltarse.
El hombre debe empezar el baile con el pie izquierdo y la mujer con el derecho, como en todos los bailes latinos o caribeños. Es muy común bailar con la mano izquierda del hombre a la altura de la cintura sujetando la de la mujer. Durante los giros no se suelen soltar las manos de la pareja, aunque en realidad no tienen que estar agarradas, sino deslizándose sobre las palmas.